Hola a todos otra semana más, hoy os traigo un nuevo artículo de esta serie de inteligencia emocional. Hoy vamos a hablar de darle  significado al trabajo: en qué consiste realmente nuestro trabajo y cómo podemos sentir una mayor motivación hacia él.

 

¿Cuál es el propósito de nuestro trabajo?

Todos sabemos que, cuando una persona tiene el trabajo de sus sueños, vive una vida más motivada, se siente bien cada día que pasa por el trabajo que realiza y este le hace sentir realizado. En ocasiones parece que es muy difícil encontrar el trabajo de nuestros sueños, o incluso encontrar un trabajo que nos motive. Pero a veces no nos paramos a pensar que encontrar la motivación en nuestro trabajo depende mucho de nosotros.

A menudo, cuando nos planteamos en qué consiste nuestro trabajo, nos centramos en las tareas que realizamos en el día a día, responder e-mails, programar webs o aplicaciones, diseñar… Sin embargo a menudo olvidamos que puede haber mucho más detrás.

Veamos un ejemplo

Un caluroso día de verano un hombre paseaba por una gran obra en una plaza enorme en el centro de su pueblo. Al pasar por allí vislumbró a un hombre trabajando que parecía contrariado y se acercó a él.

Buenos días, ¿qué tal está? Si no es indiscreción, ¿qué está usted haciendo?

– ¿Como que qué hago? – Responde malhumorado – ¿Acaso no se ve claramente? Estoy picando piedras, enormes piedras que cuesta mucho tallar. Y buf, encima con este sol que hace acabo súper cansado. ¡Qué ganas ya de que acabe la jornada y poder volver a casa!

Así que el hombre prosiguió su camino dejando al obrero trabajar tranquilo.

Durante un rato prosiguió caminando y de repente vio a otro hombre, también picando piedra. En esta ocasión, el hombre parecía ilusionado y no aparentaba estar nada cansado, cosa que le sorprendió después de hablar con el otro hombre que hacía lo mismo que él. Así que fue a hablar con él.

Buenos días, ¿qué tal está? Si no es indiscreción, ¿le puedo preguntar que está haciendo?

¡Ah! ¡Hola! Muy buenos días tenga usted – De pronto se dibujó una sonrisa en su cara – ¿Pues sabe? Estoy construyendo una catedral. Hace unos años se erigía aquí una preciosa catedral gótica que, lamentablemente, fue destruida. Era majestuosa y todo aquel que la veía no podía evitar pararse ante ella para observarla. ¿Y sabe usted qué? Dentro de un año esta catedral volverá a renacer, ya que estas piedras que estoy picando servirán para volver a erigirla y que todo aquel que se pare ante ella pueda verla y volver a sentir la misma admiración que sintieron las personas que vivían aquí hace unos años, percibiendo de nuevo su esencia.

Wow, eso es impresionante.

Sí, y eso no es todo, ya que el próximo verano vendré con mis hijos a visitarla para que la vean y les explicaré lo que hice para erigirla. Así podrán entender el valor de luchar por aquello que deseas y sentirse orgullosos por ello.

Como veis, esta historia relata la historia de dos personas que actuaban el mismo trabajo, picar piedra, no obstante que tenían una percepción completamente distinta de para qué lo hacían. Como veis, existe una gran diferencia en cómo percibimos las cosas a la hora de sentir lo que aportan a nuestra vida. Y cómo percibimos las cosas solamente depende de nosotros. Y esto es algo que nos enseña la inteligencia emocional.

Si en lugar de centrarnos solo en el día a día nos paramos a suponer en qué es lo que más orgullo nos hace sentir de nuestro trabajo, qué es lo más importante, lo que más valoramos de él o incluso qué podemos aportar a los demás con nuestro trabajo, podremos obtener una visión más trascendental de en qué consiste exactamente nuestro trabajo, encontrarle un sentido.

Por ello, os propongo que reflexionéis sobre en qué consiste exactamente vuestro trabajo, ¿en ayudar a las personas a encontrar aquello que buscan con mayor facilidad?, ¿a ayudar a otras a construir aquellos proyectos que sueñan tener gracias a nuestros conocimientos?, ¿a ayudar a las personas del equipo a trabajar más a gusto en sus proyectos?, ¿o incluso a permitir que cada vez existan más empresas que se preocupen más por las personas?

Sea como sea, seguro que hay un propósito en tu trabajo del que todavía no habías sido consiente, y solamente depende de ti que encuentres qué es lo que te mueve para trabajar con propósito cada día. Y recuerda, el camino hacia la felicidad laboral está en tus manos, y si trabajas tu inteligencia emocional cada vez te será más fácil encontrarlo.

 

¡¡Un saludo y nos vemos en el próximo artículo de esta serie!!

Foto de cabezera de Miguel Mendez extraída de Flikr
inteligencia emocional,Open,PushingSocialChange,