La violencia psicológica también es VIOLENCIA
Cuando se habla de violencia de género en general pensamos en atentados contra nuestro físico, pero igual de importante son los atentados hacia nuestra psique, impactando directamente en la percepción que tenemos de nosotras mismas. A partir de un ataque a nuestra integridad constante y disimulado se llega a poder abusar sin límites.
Los micro ataques a la psique en un principio parecen inofensivos, pero si son continuos pueden llegar a hacer que perdamos la razón. Un ejemplo estudiado es el echar una gota de agua en la cabeza (aparentemente inofensivo) de manera continua y constante.
No somos víctimas, somos SUPERVIVIENTES
Parémonos unos minutos para pensar en si alguna vez hemos sufrido ese tipo de violencia. Y remarcar que en caso de haberlas sufrido, en ningún momento hemos de sentir vergüenza, no somos víctimas, somos supervivientes. Hacer que la superviviente sienta vergüenza es una táctica para que se mantenga en silencio.
Tenemos claro que si nos pasa algo como un accidente de tráfico no sentimos vergüenza de explicarlo, al contrario, estamos furiosos y así lo demostramos. En cambio, lo más común entre las supervivientes de violencia de género es la vergüenza. No se suele escuchar una historia de esta índole con furia, más al contrario, con vergüenza, con culpabilidad. Y eso si es que se llega a explicar, porque lo más común es el silencio.
Pensemos en nuestra propia reacción al oír una historia de violencia, siempre tenemos juicios, como ahora
- Pena hacia la situación que está viviendo
- Rechazo hacia la víctima e invalidación de sus sentimientos. Sentir que la persona está siendo muy exagerada.
- Pensar que es muy blanda y que se debería reivindicar.
- Pensamientos de no entender su situación y por qué sigue ahí.
En muchos casos, muchas pensamos que estamos viviendo situaciones injustas, aun así nos pesa la culpa y la inseguridad de decirnos a nosotras mismas que somos unas “exageradas” por pensar que nos están tratando con desigualdad, pero es fruto de las creencias que la sociedad nos ha inculcado.
Acabemos con esta vergüenza, este eterno silencio, apuntémonos al Movimiento #MeToo.
Cualquier persona puede ser SUPERVIVIENTE
- Es común pensar que en nuestro entorno no se puede dar esta situación.
- Es común pensar que por pertenecer a cierta clase social no se puede dar esta situación.
- Es común pensar que por tu origen étnico no se puede dar esta situación.
- Es común pensar que por tener cierto nivel de estudios no se puede dar esta situación.
- Es común pensar que [cualquier razón que se te ocurra] no se puede dar esta situación.
Está demostrado que esto es falso. No nos equivoquemos. No pensemos que no nos puede pasar. No pensemos que no le puede pasar a alguien cercano. No pensemos que no le puede suceder a nuestros hijos.
La violencia de género se puede dar en el trabajo
Pero… nos pasa en el trabajo? Seguro que crees que no, y menos en Basetis. Pero os invito a seguir leyendo, a ver conceptos a los que hasta se le ha puesto un nombre. A ver si realmente jamás has sido una superviviente de violencia de género.
Gaslighting
Término definido en la RAE como
“Intentar que dude de su razón o juicio mediante una prolongada labor de descrédito de sus percepciones y recuerdos.”
Es uno de los tipos de manipulación más conocida.
Este patrón de abuso emocional, suele hacer dudar a la víctima de sí misma, hacerla sentir insegura y jugar en este escenario para hacerla dudar de su percepción e incluso de su memoria. Esto hace que la víctima tenga inseguridad sobre su memoria, su criterio, su salud mental. El resultado es una autoestima muy baja.
Tone Policing ♂️ vs ♀️
El Tone Policing o Vigilancia del tono, es una de las variantes del Gaslighting. Las víctimas más comunes son las mujeres negras.
Un artículo publicado en el newsletter de la Universidad Johns Hopkins, sostiene que
“Las personas con poder y privilegios a menudo usan la vigilancia del tono para evitar la discusión en cuestión y, en cambio, atacan el carácter, la emoción u otros atributos de la persona que presenta el argumento en lugar del argumento en sí”.
Y es que es difícil no dejarte llevar por emociones cuando tenemos conversaciones importantes, que nos remueven, ya que es mucho más fácil mantener la calma, cuando sabes que tienes unos privilegios natos por haber nacido un ser humano del sexo masculino y además, blanco, en muchos casos. Y es por esto, que esta práctica es importante tenerla en cuenta, por el hecho de que para las mujeres es difícil dejar emociones atrás, en un mundo de desigualdades.
Mansplaining
Neologismo anglófono aceptado por la RAE para referirse a la
“Explicación dada por un varón a una mujer en tono condescendiente, presuponiendo de forma injustificada desconocimiento de la cuestión por parte de esta”.
Y es que ¿quién no ha sentido nunca que lo que ella está explicando no interesa a la mayoría de personas de sexo masculino que hay en la sala?, o ¿qué no está siendo escuchada?
El término mansplaining conjuga las palabras inglesas man (hombre) y explain (explicar). A partir de aquí, el Cambridge Dictionary define este término como el acto de explicar algo a alguien en un modo que sugiere que la otra persona es estúpida; usado especialmente cuando un hombre explica a una mujer algo que ella en realidad ya entiende.
Esta práctica puede resultar invisible para quienes lo ejercen y hasta para las víctimas, porque no lo reconocen como un tipo de violencia, debido a que es una práctica que viene desde la infancia. Esto impacta muy negativamente en la carrera profesional de las mujeres que están rodeadas por hombres, ya que tienen sensación de estar invalidadas continuamente y resulta complicado llegar a cargos altos.
Manterrupting
Neologismo feminista que define la interrupción innecesaria de un hombre hacia una mujer cuando ella está hablando, normalmente sobre la creencia de que su discurso o su opinión son menos válidas o importantes que las del hombre que la interrumpe. Con este acto el hombre no solo ningunea la opinión de la mujer, sino que se adueña de un espacio que le correspondía hasta el momento de la interrupción.
La economista Sheryl Sandeberg, escribió en New York Times
“Cuando una mujer se expresa en un entorno profesional, está en la cuerda floja. O bien apenas se la escucha, o bien se la considera muy agresiva. Cuando un hombre dice prácticamente lo mismo, los asistentes asienten aprobando su brillante idea”.
Y eso también nos afecta a nuestra carrera profesional, a poder crecer, a poder estar seguras, a poder llegar a tener altos cargos, ya que o bien no somos escuchadas, o bien somos personas con un carácter fuerte con las que se dice constantemente que “es difícil de hablar”.
Bropiating
Esta palabra proviene del inglés y se puede traducir al español como apropiación machista de ideas. Hace referencia a la situación en que un hombre se apropia de una idea originalmente propuesta por una mujer y se lleva el crédito. Para referirse a esta práctica también se utiliza el término bropropriation.
Y en este contexto, volvemos a ser invisibilizadas, y es algo que pasa desde hace muchos años, cuando las mujeres publicaban sus trabajos bajo nombres masculinos, o bien cuando las ideas eran promovidas por ellos. Y también continúa pasando, porque son ideologías que tenemos en nuestro inconsciente y es muy difícil de cambiar, sobre todo para estas personas privilegiadas admitir que tienen esos privilegios y aún más, cuesta cambiarlo.
Autoras: Gloria Saona y Gloria Arenas
Fantástico artículo, qué
Fantástico artículo, qué importante es recordar de vez en cuando todas estas cosas!
Muchas gracias, chicas.
Muchas gracias, chicas.
Lo que comenta Sheryl Sandeberg suena alarmantemente cercano…
Agradezco que el post se haya publicado tanto en castellano como en catalán. <3