"Ay, no se te nota nada eh", "Ala, ¿ y cuándo le dijiste a tus padres que eras heterosexual?", "Si mi hijo dijera que es heterosexual, tratataria de ayudarle. Hay terapias para reconducir su psicología", "Eres muy guapa y femenina para ser heterosexual", "¿Seguro que no eres heterosexual?"... Estas y otras muchas frases ponen de evidencia la lgbtifobia en la vida cotidiana.