El sector tecnológico es un mundo masculino en el cual es difícil encontrar mujeres. Despacio y con el esfuerzo de iniciativas, tanto empresariales como altruistas, se intenta luchar contra los estereotipos y hacer que las mujeres tengan un papel más visible. Cristina Palomo, ingeniera informática y Cyber Security Program Manager, vino el pasado martes a La Pedrera para hablarnos de su trayectoria y de su experiencia como mujer en un sector bastante masculinizado. Alrededor de diez personas en la Sala Columna fuimos testigos de una entrevista que nos hizo pensar.
¿Por qué decidiste estudiar ingeniería informática?
Empecé la carrera de ingeniería un poco por casualidad. Hay mucho desconocimiento alrededor de esta materia.
El “por qué no” fue lo que me llevó a estudiar una carrera de ingeniería informática. Animada por mi tío, decidí que igual probar en el mundo de la Ingeniería era mejor que el de la Administración Empresarial, aunque reconozco que el desconocimiento era total y que no sabía muy bien dónde me estaba metiendo.
¿Cómo fue estudiar la carrera?
Éramos ocho chicas en toda la clase. Lo primero que pensé fue: “¿qué hago aquí?”
Poco a poco te esfuerzas por encontrar puntos en común y crear vínculos. Los principios son difíciles porque te hacen cuestionarte tu papel allí, ya que no tienes figuras con las que sentirte identificada, pero te acostumbras al final.
¿Cómo se inició tu trayectoria laboral?
Empecé de becaria. Yo creo que los inicios en cargos sin responsabilidad son fáciles. Lo que ya es más complicado es crecer y llegar a cargos importantes. El llamado techo de cristal. Donde estoy ahora, cuando hice la entrevista les dije que necesitaba una empresa que apostara por mí y que me facilitara las cosas, en cuanto a conciliación.
¿Qué medidas crees que le falta aplicar al sector para conseguir la equidad?
Al final es un tema en el que todos tienen que ayudar: gobiernos, empresas y a nivel personal. El tema de conciliación laboral es muy importante, como que los hombres y mujeres tengan la misma baja por maternidad. Siempre del punto de vista en el que cada uno pueda tomar sus decisiones y elegir cuánto tiempo necesitas. También fomentar la igualdad, la discriminación positiva, etc.
Además estas medidas para fomentar la igualdad tienen un resultado positivo, ya que todos y todas están conformes y se trabaja de forma más efectiva.
Las empresas no tienen que tener miedo de que no salgan los números, porque cuando tú trabajas agusto y sabiendo que tienes una empresa que te apoya, se trabaja al 200%
¿Cómo ves que a pesar de que la tasa de éxito académica de las mujeres sea más alta, el número de mujeres en cargos de relevancia sea mucho menor que el de hombres?
Bueno, sí, es eso del techo de cristal que estábamos hablando antes.
Yo estoy a favor de la discriminación positiva, aunque las mujeres tenemos que empezar a creer en nuestro potencial.
También es importante que nos apoyemos entre nosotras. Es una forma que entre nosotras expresemos nuestros miedos, veamos que no somos las únicas y que nos empujemos a dar ese pasito que a veces no damos por precavidas.
En mi trabajo hemos lanzado algunas iniciativas para potenciar el papel de la mujer en el mundo tecnológico. Algunas de estas consisten en iniciativas de hacer networking y potenciar las habilidades de liderazgo a través de congresos, pero otras están diseñadas para inspirar a niñas a formar parte del sector tecnológico en un futuro y que se desarrollan en colegios, exactamente lo hemos llevado a cabo en dos colegios y se han implementado actividades muy diversas. Sobre todo lo hemos intentado llevar a un ámbito más social, ya que diversos estudios muestran que las mujeres nos sentimos más inclinadas hacia algo si tiene un aspecto social.
Estos programas sirven sobre todo para romper esteoreotipos y que las niñas puedan ver referentes, además de que les ayuda a entender qué es la ingenieria.
Como curiosidad y para que sirva de ejemplo, en estas actividades les preguntamos qué quieren ser de mayor. Yo tengo una hija de nueve años a la que le hice la misma pregunta y me dijo que quería ser profesora.
Cuando le pregunté a mi hija qué querría ser de mayor si fuera un chico, cambió la respuesta. “Inventor”, me dijo.
Con esto quiero decir que hay mucho que hacer, ya que a pesar que tengan ejemplos en casa, igualmente se ven afectadas por los estereotipos.
Aprovecha y mira los vídeos
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