La crónica
El pasado fin de semana, la oficina de Basetis en La Pedrera se convirtió en un laboratorio de ideas y creación. El espacio acogió la quinta edición de la Game Jam, la maratón de desarrollo de videojuegos que cada año organiza la compañía por estas fechas.
Desde el sábado a primera hora hasta la tarde del domingo, una treintena de personas organizadas en ocho equipos se encerraron para crear videojuegos en torno a dos temas, Psycho y Voices, escogidos al azar en la sesión inaugural del viernes en la misma oficina. Apenas hubo descanso y ni el apagón del sábado por La Hora del Planeta, que dejó la oficina a oscuras, apartó a las y a los participantes de sus ordenadores. El domingo a las 19 horas, los ocho equipos cesaron su actividad y mostraron sus trabajos.
En breve empezará el turno de votaciones, primero a cargo de las personas que participaron en esta edición, y más adelante, de todo Basetis. De entre los ocho juegos presentados se votará el mejor, así como el de mejor arte visual, música y sonido, el más popular y el más original.
¿Por qué una Game Jam?
“La idea surgió de la Game Jam que organiza King (los de Candy Crush). Empezamos a mirar de apuntarnos como Basetis, pero al final decidimos montar la nuestra propia”, recuerda Adrián Chamorro, del equipo de Java de la empresa. David Flores, también del mismo equipo, tomó la iniciativa hace cinco años y con Adrián organizaron la primera edición. Y salió tan bien que han repetido, cinco veces hasta la fecha, y con el paso de los años, Adrián ha acabado tomando las riendas de la organización.
Para Adrián, la Game Jam ayuda a Basetis a mantener el contacto con el desarrollo de videojuegos, a la vez que da visibilidad a la empresa desde una faceta distinta. Además, favorece el team building, permite conocer a otras personas (el evento se abre a amigos y amigas, extrabajadores, etc.), divertirse y aprender. “En un videojuego se tocan muchas disciplinas, tanto artísticas como de programación, usabilidad o narrativas”, aclara Adrián. David Flores añade que “este tipo de eventos está muy alineado con los valores de Basetis y quienes participan aprenden muchísimo sobre todas las fases del ciclo de vida de un proyecto: diseño, planificación, gestión, ejecución, seguimiento, priorización, testing, delivery y finalmente la exposición del producto”. Por si todo eso fuera poco, la Game Jam también favorece aspectos como el trabajo en equipo, la cooperación, la comunicación o la convivencia.
Joel García, desarrollador web en Basetis y participante por segunda vez en la Game Jam valora precisamente aspectos de convivencia como “la implicación y coordinación de los equipos entre sí para juntarnos a la hora de cenar y merendar”. También da importancia al hecho de debatir y compartir ideas para dar con un objetivo común dentro del equipo, la distribución de tareas de acuerdo con las capacidades y habilidades de cada integrante o el reto de tomar decisiones bajo presión o en momentos en que la motivación decae.
Para Celia Cortés, del equipo de Data de Basetis, esta fue su primera experiencia en un evento de este tipo. “Nunca había participado en ninguna maratón de este tipo y la verdad es que me gustó mucho. Al principio me costó un poco entrar en el evento pero cuando ya estaba funcionando todo me motivé más. Era la primera Game Jam para todos los miembros del equipo y la disfrutamos igual”. Es el trabajo en equipo lo que más valoró junto con el producto final: “he aprendido a desarrollar un proyecto en 36 horas, ¡y eso es muy gratificante!”.
Videojuegos en Basetis
Un evento como la Game Jam gana sentido en una empresa como Basetis, donde una gran proporción de las personas de su equipo sienten pasión por los videojuegos. A Adrián Chamorro le gustaría “conseguir que Basetis tuviera una parcela profesional dedicada a los videojuegos, que pueda ser beneficiosa económicamente o formativamente, donde la gente que le gusta o apasiona el desarrollo de videojuegos (como a mí) pueda trabajar de ello”. Y tal y como cuenta David Flores, la empresa empieza a avanzar hacia ese objetivo: “Basetis cuenta con una corta pero interesante carrera en cuanto a la creación de videojuegos”.
Este breve trayecto ha traído juegos para dispositivos móviles, como FilmsQuiz o el reciente Go! Memory Go!, o una pieza multimedia de carácter artístico, Umbral, encargada por Serafín Álvarez, entre otros proyectos. De hecho, el conocimento que reúne Basetis en torno a los videojuegos ha proporcionado a la empresa ganar experiencia para producir casi cualquier tipo de juego. “Tenemos experiencia en game design, programación, arte, ilustración, animación, producción… hay muchísima gente creativa en Basetis”, aclara David. Y estas personas están impulsando nuevos proyectos en esta línea como el juego casual para Facebook Mochi Attack!, el quiz para equipos Kwizer, que ahora evoluciona hacia su versión 2, o Dark Senses, una original apuesta donde únicamenete se juega con el oído y al vibración.
Pero la pasión por el desarrollo va mucho más allá, tal y como revela David Flores: “Muchos de nosotros, no solo participamos en proyectos de Basetis relacionados con videojuegos, sino que también hacemos otras cosas en el contexto extralaboral”. Él mismo está desarrollando su propio videojuego y Adrián se propone hacerlo próximamente, pero parte de sus horas libres también las dedica a aprender. “Hace un tiempo me comprometí durante 6 meses a aprender sobre el desarrollo de videojuegos con Unity: cada día debía dedicar al menos media hora a aprender o desarrollar algo, de lo contrario tenía que pagar 50 € a alguien por día fallado. No fallé ni uno, es más, superé la media de una hora de dedicación diaria”.
Tendencia al alza
Poco a poco, la Game Jam va tomando envergadura. El desafío engancha cada vez a más personas, muchas de las cuales repiten ante la posibillidad de mejorar sus habilidades respecto a la edición anterior, pese al poco descanso de la maratón. “Ojalá pudiéramos disponer de un día libre para recuperarnos después de tan intenso fin de semana”, reclama David Flores. Él mismo reconoce que a pesar de todo, “cada sesión de la Game Jam es más y mejor, y me gustaría que la tendencia fuera al alza”. Y subraya que “crear un juego en apenas 36 horas no es fácil e impresiona ver cómo equipos que nunca han hecho algo parecido, exprimen toda su creatividad en las Game Jams”. Pese a ello, los trabajos, la imaginación y el ingenio se superan a cada edición.
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