Michelle, Joel y yo nos encontramos en la entrada del hotel Melià a la hora del desayuno. Un café y unos bollitos mientras revisamos todos los regalitos que nos han dado dentro de la bolsa del festival. Pegatinas y demás. Son casi las 9 de la mañana y dedicamos un rato a revisar el horario del día antes de entrar en el auditorio de lujo. Sabiendo que queda un mes para el festival de Sitges, espero que nos pasen alguna charla de terror, algo tipo «Debugging CSS print on IE6‘. 
 

Ya estamos ubicados

Y la cosa empieza torciéndose, pero no tanto como para llegar a IE6: Después de una breve y descarada introducción por parte de Sara Vieira, la maestra de ceremonias del evento, entra Lee Byron, le da un par de golpecitos a su ordenador y unos glitches nos transportan a 1999. Byron habla de todas las tecnologías que aparecían en ese momento, de la simplicidad de la web y de las fascinantes posibilidades que un módem de 56kb, un PHP incipiente, CSS y JavaScript terribles e inmaduros y una magia llamada Flash nos brindaban a todos.

Luego de bromear un rato, nos devolvía al presente y nos mostraba, a través de sus años de trayectoria en Facebook, de sus vueltas con React, con Redux y con GraphQL, cómo los ciclos de abstracción nos permiten abstraer complejidades y actualizar nuestros modelos mentales. Tanto es así, que el estado actual del desarrollo web busca la simplicidad de hace 20 años para llevar a cabo el boceto que Tim Berners-Lee publicó hace ya 30 años y que es la base de lo que conocemos como Internet.

Entra a escena Ashley Williams, que nos da una charla filosófica sobre cómo pensar en PENSAR. Su trabajo en Rust y su trayectoria en NPM, Node.js, Web Assembly, etc. le otorga una perspectiva impecable acerca del significado de seniority, de dejar de ver a las personas como usuarias y tratarlos a todas como desarrolladoras y de dejar de pensar en el producto que uno hace para enfocarse en la utilidad que lo que uno hace puede tener para otras personas: No trabajes en la flor de Super Mario, trabaja en que Mario dispare fascinantes bolas de fuego.

Estamos absolutamente congelados. Aunque fuera hace un calor de verano, nosotros ya nos hemos puesto los calcetines de Full Stack Fest que nos regalaban en la bolsa del festival y salimos al sol durante la pausa para recuperar el calor.
 

Después de la pausa

Nos caen un par de charlas bastante técnicas. La primera habla de las Github Actions, que permitirán gestionar todos los flujos de integración continua directamente en Github. La charla la da Brian Douglas, que trabaja en Github, y que es un fan del basket que hace constantes referencias a equipos de la NBA y a videojuegos y reglamentos del deporte.

Antes de comer, y ya empezando a sentir algo de hambre, nos zampamos una locura sobre microservicios de la mano de Yan Cui. El tipo nos explica cómo convierte toda una red social tipo Instagram en un sistema de microservicios de Amazon. Me resulta un tema tan atractivo como delirante. Nos muestra el diagrama de microservicios que resulta de la transformación. Es lo más cercano a una peli de terror que vemos durante el día. Salimos fascinados, asustados y hambrientos.

La hora de la comida parece la cena de Basetis de aquella Navidad complicada. Ya sabéis, hordas de informáticos acechando a camareros desesperados.
 

Tras la comida

Después de comer aparece Ellen Chisa y todos flipamos con lo que vemos. Está presentando algo nuevo, pero nadie entiende muy bien de qué va. Parece fascinante. Hace cosas muy complejas en muy poco tiempo y con flechitas y cajitas. Investigad aquí.

Y por último, cierra el día Sara Soueidan con una charla sobre accesibilidad que resulta muy clarividente. ¿Estáis programando teniendo en cuenta a gente con problemas de accesibilidad? ¿Sabéis que podéis hacerlo? Si lo sabéis, ¿por qué no lo hacéis? Sara nos da consejos y detalles muy interesantes al respecto y nos invita a hacer que, DE VERDAD, Internet sea un espacio para todas.
 

¿Quieres más?

 

Fotos: Michelle Cabrera / Basetis
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